Dentro del complejo residencial, la Administración puede definir puntos de patrullaje con geolocalización. Como resultado, el personal de seguridad asignado tiene la tarea de realizar recorridos de vigilancia por el perímetro. Asimismo, cuando sólo hay un guardia, esta herramienta lo obliga a estar siempre alerta, pues debe realizar dentro de la caseta el registro del control de patrullaje, en un período previamente establecido por la Administración. En consecuencia, el guardia actuará de inmediato en caso de cualquier incidente. En definitiva, disminuye el riesgo de eventos que atenten contra el bienestar de los residentes y sus inmuebles.